La timidez, el miedo al ridículo, la presión social o la jerarquía son una pesada losa que afecta a la seguridad que tenemos en nosotros mismos y que poco a poco va cercenando nuestra creatividad e idealismo. Todd Kashdan, profesor en psicología, se ha propuesto que perdamos ese recelo a expresar nuestra opinión personal, sea en la esfera pública o en una reunión de trabajo, y la hace con ejemplos reales y herramientas prácticas.