El 90 % de la población vive con niveles de glucosa inestables, y la mayoría ni siquiera lo sabe, aunque a todos nos resulten familiares los síntomas: antojos, fatiga crónica, hambre constante, inflamación, problemas de sueño, problemas hormonales… Sabemos ya que empezaremos a sentimos mejor y recuperemos nuestros niveles de energía normales cuando aplanamos la curva de la glucosa. Pero, ¿cómo se hace eso?