Risa siente una gratitud creciente hacia Zen, ya que siempre acude a su rescate cada vez que ella se encuentra en un apuro. Poco a poco, Risa se abre a Zen y comienza a sentir la necesidad de devolverle el favor de algún modo. Sus sentimientos van en aumento… y un día, ¡Risa le da un beso inesperado a Zen! Sin embargo, cuando es consciente de lo que ha hecho, huye de la escena…
Risa Amakawa es una chica independiente y siempre se las ha apañado para arreglárselas sola. Un día, al salir del instituto, se encuentra tirado bajo la lluvia a un chico con pinta de macarra al que le han propinado una buena paliza. El joven se llama Zen Ôhira, un chico con aspecto de delincuente pero que en realidad es una persona dulce y la mar de simpática. A modo de agradecimiento por la ayuda de Risa, Zen le da un vale que ella puede emplear en cualquier ocasión para que él le eche un cable. Aunque Risa cree que no lo va a necesitar, acaba viéndose envuelta en un inesperado acontecimiento que la obliga a utilizarlo…
Desde que empezaron a salir juntos, los sentimientos de Risa por Zen no han parado de crecer. Un día, Fumiya, el mayor rival de Zen, aparece inesperadamente en la academia de Risa... ¡y resulta que es un genio para los estudios! Al sentir que la ha superado en lo que mejor se le da, la confianza de Risa se tambalea. Para colmo, volviendo a casa desde la academia, ¡pierde las llaves y se queda en la calle! Zen acude a su encuentro para reconfortarla y, al final... ¡¿deciden pasar la noche juntos?!
Poco a poco, Zen se convierte en una persona irremplazable en la vida de Risa y, a pesar de que había decidido vivir por su cuenta, un sentimiento nuevo para ella empieza a crecer en su interior... Cuando por fin se sincera con Zen sobre la confusión que siente, él le corresponde diciendo: "Quiero que lleguemos a ese grado de confianza en que podamos mostrarnos al otro sin reservas". Y de este modo, al fin, ¡los dos empiezan a salir!